martes, 30 de agosto de 2011

15 meses después... nuevo primer ministro (2)

Yoshida Noda toma el control de la tercera potencia mundial en tiempos complicados, cuando el país se encuentra inmerso en una compleja reconstrucción de la región del nordeste del país, afectada por las catástrofes naturales del pasado 11 de marzo. Las medidas son lentas, hecho que desespera a los habitantes de la zona, que siguen viviendo en condiciones muy complicadas. La crisis nuclear de Fukushima sigue sin resolverse, así como el debate sobre el futuro de la energía nuclear en el país. Japón es el segundo país más dependiente de la energía atómica del mundo después de Francia.

A todo ello se suma una economía estancada, con un déficit público que algunos organismos internacionales estiman que este año podría llegar al 11% del PIB y una deuda pública que se sitúa en torno al 220% del PIB, lo que convierte a Japón en el país desarrollado más endeudado del planeta. Un momento complicado para el país del sol naciente, tanto a nivel económico cómo social, y es que Japón tendrá que encontrar en breve una solución al exponencial envejecimiento de la población y al coste que supondrá pagar la jubilación a todos estos ciudadanos.

El futuro mandatario japonés es partidario de subir los impuestos para sanear el gran déficit y la abultada deuda pública de la tercera potencia mundial, así como de revisar la política nuclear.

lunes, 29 de agosto de 2011

15 meses después... nuevo primer ministro (1)

La dimisión el pasado viernes de Naoto Kan, hasta la fecha primer ministro de Japón, ha traído consigo la primera consecuencia. Yoshida Noda se convertirá en el nuevo jefe del ejecutivo nipón a partir de mañana martes, después de que la mayoría de los 398 miembros del Partido Democrático de Japón (PDJ), grupo parlamentario gobernante, lo eligieran nuevo presidente de la formación.

Noda se convertirá, de este modo, en el líder de la tercera potencia mundial debido a la mayoría de su partido en la Cámara baja del Parlamento nipón, que mañana votará al sexto primer ministro en los últimos cinco años.

Yoshida Noda sustituye en el cargo a Naoto Kan, quién dimitió el viernes tras quince meses al frente del ejecutivo. Un veterano de 64 años el cual tira la toalla tras las duras críticas recibidas por su mala gestión del fatídico terremoto y el tsunami del pasado 11 de marzo, que desencadenaron la crisis nuclear de Fukushima, el peor incidente atómico después de Chernobil en 1986.

Con 54 años de edad, el hasta hoy ministro de Finanzas japonés ha sido siempre uno de los favoritos para suceder a Naoto Kan. Sin embargo, su nombramiento sólo ha sido posible después de dos votaciones, debido a que en la primera elección ninguno de los cinco candidatos al puesto obtuvo el número de sufragios suficientes. En la segunda vuelta, Yoshihiko Noda se ha impuesto a Banri Kaieda, ministro de Economía, Comercio e Industria, que contaba con los apoyos del poderoso Ichiro Ozawa, conocido por su capacidad para encumbrar o derribar políticos, y del ex primer ministro Yukio Hatoyama.

Noticia extraída del la web del La Vanguardia del 29 de agosto de 2011

viernes, 26 de agosto de 2011

La montaña sagrada de Ontake

Venerado desde la prehistoria, el monte de Ontake-san (uno de los volcanes del archipiélago) es objeto de un sagrado culto al sintoísmo.

Aunque se dice que el primer santuario Ontake fue levantado en el 928, la Ontake-kyo (religión Ontake) se desarrolló en el siglo XVIII a partir de un primitivo chamanismo y al ryôbushinto, una combinación de sintoísmo y budismo, prohibida durante la “purificación” del sintoísmo en la década de 1870.

La Ontake-kyo cuenta con unos dos millones de seguidores. Cada año, unos 150.000 peregrinos ascienden las laderas del sagrado monte hasta alcanzar el santuario cercano a la cima (el volcán está activo, por lo que no está permitido acercarse al cráter).

Muchos empiezan con un ritual de purificación bajo la cascada de Kiyo-taki, en el bosque cercano a Otakimura. Los creyentes erigen piedras commemorativas, las llamadas reijin-no-hi, porque creen que les servirán para ir a un paraíso de montaña una vez muertos.

Así pues, envueltas en la niebla y el misterio, cientos de miles de piedras se alzan en los alrededores del santuario de Ontake-jinja.

jueves, 25 de agosto de 2011

La obsesión de los japoneses por el pescado crudo

A los japoneses les encanta el pescado y, sobretodo, consumirlo en el estado más natural posible, bien como sashimi (crudo y con apenas unas gotas de salsa de soja, por lo general aderezada con wasabi, o rábano silvestre picante), bien con arroz avinagrado, en forma de sushi.

Hay diversas variedades de sushi, pero la más conocida, tanto en el propio archipiélago como en el extranjero, es la modalidad propia de Tokio, el nigiri-zushi. La idea de preparar bolitas de arroz blanco decoradas con pequeñas tiras de pescado crudo nació cuando la capital aún se llamaba Edo. De hecho a esta presentación aún se la conoce como sushi Edomae, porque el pescado y el marisco utilizados se capturaban en las aguas de la bahía frente la ciudad.


Se pueden tomar dos posibles actitudes al entrar en un restaurante de sushi o sushiya: sentarse en el mostrador y elegir entre la variedad de sushi que en él se despliega, o bien en una mesa y pedir una selección variada. La mayoría prefiere empezar con algo de sashimi remojado con alguna copa de sake, antes de atacar el cuerpo principal de la comida.

El buen sushi exige que los ingredientes sean de gran calidad y frescos, lo cual implica que la experiencia pueda resultar descorazonadoramente cara. La alternativa consiste en acudir a los locales de kaiten-zushi, en los que los platillos de sushi desfilan por una cinta transportadora junto al mostrado, a menudo a precios tan discretos como 100 yenes (menos de 1 euro) la pieza o la pareja. Estos establecimientos abundan en las zonas de la ciudad en las que se congrega la juventud, menos acaudalada, sobre todo en los barrios de Shibuya, Shinjuku y Harajuku, las zonas geográficas de la capital abarrotadas de jóvenes.

lunes, 22 de agosto de 2011

Artes escénicas: butoh y takarazuka

Butoh

Este arte, que no debe confundirse con el buyo (danza japonesa), es una danza moderna de vanguardia y aunque la prensa mundial ha escrito mucho sobre él, y siempre se agotan las entradas en las giras internacionales, en Japón apenas se conoce fuera de los círculos artísticos.

El butoh, bien servido en el Asbestoskan, en Meguro (Tokio), puede ser una experiencia muy exótica, incluso erótica en ocasiones, aunque a veces llegue a ser exasperante por su extrema lentitud. Su principal mensaje gira en torno a la deshumanización, la desesperación y el nihilismo, en un compromiso por mostrar no la belleza física ni la armonía, sino la fealdad, lo grotesco y lo disconforme.

Takarazuka

Por razones completamente distintas, no hay nada más divertido que una velada de takarazuka, una extravagante revista teatral interpretada sólo por mujeres que podría situarse a medio camino entre Las Vegas y el Paladium de Londres.

Sin un solo actor varón en el escenario, abundan los personajes con bigotes postizos que palmean con descaro los muslos de las protagonistas, embargadas en amoríos, mientras las jovencitas de la audiencia, con ojos llorosos, se enamoran de los romances exagerados que se desarrollan en el escenario.

En suma, una distracción limpia y divertida que proporciona una percepción de las fantasías de la mujer japonesa. En las cercanías del Hotel Imperial se encuentra la sala más popular de takarazuka del país.