A pesar de todo, otros políticos más pragmáticos se negaron a una inminente invasión, un hecho que sería considerado un ultraje y una traición. Las consecuencias inmediatas tuvieron lugar en 1875 con la salida del gobierno del grupo ultra conservador y del ultra liberal. Además se iniciaba una campaña de desprestigio en contra del Gobierno Meiji, que había perdido la ruta concretada en un primer momento.
Con todos estos problemas internos, Japón empezaba a andar hacia la modernidad. En un primer momento, la industria emergió en el campo y la diferencia con la ciudad no fue destacable. Aparece la figura del comerciante, que empezará a ejercer de intermediario y la industria manufacturera de la seda y el algodón asumirá un papel preponderante. La producción de todos estos materiales se mantuvo gracias al proceso de distribución, un hecho que permitió la bajada de los precios pero, a su vez, el mercado empezaría a inundarse de productos foráneos.
Con todos estos problemas internos, Japón empezaba a andar hacia la modernidad. En un primer momento, la industria emergió en el campo y la diferencia con la ciudad no fue destacable. Aparece la figura del comerciante, que empezará a ejercer de intermediario y la industria manufacturera de la seda y el algodón asumirá un papel preponderante. La producción de todos estos materiales se mantuvo gracias al proceso de distribución, un hecho que permitió la bajada de los precios pero, a su vez, el mercado empezaría a inundarse de productos foráneos.
El gobierno puso en marcha la llamada política de sustitución de importaciones. Al mismo tiempo, el ministro de finanzas, Matsukata Masayoshi, impulsó un seguido de medidas para incentivar la economía.
1-Política deflacionaria con un aumento del nivel de cobertura de las reservas mediante la reducción de la oferta pública. La consecuencia inmediata fue una tendencia mayor al ahorro, la gente se volverá reacia a gastar y se producirá un proceso deflacionista.
2-Un sistema financiero mucho más coherente. Un sólido sistema presupuestario con una balanza fiscal mucho más equilibrada.
3- Se creará el Banco Nacional de Japón y se producirá una clara separación entre bancos comerciales e industriales. En el primer grupo, el gobierno podía beneficiarse de los ahorros para llevar a cabo nuevas políticas. Con el segundo grupo, se fomentaría la creación de grandes empresas de transporte o de productos destinado a la guerra.
Todos estos planes de desarrollo servirán para aumentar de forma desigual los diferentes sectores de la economía nipona.
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