sábado, 29 de septiembre de 2012

Jelawat llega con fuerza a Japón

Parece que el tifón Jelawat, número 17 de la temporada, se acerca rápidamente al país asiático después de hacer estragos en la vecina Corea del Sur. Las Islas Ryûkyû (Okinawa) han sido las primera en sufrir las lluvias torrenciales de un tifón que deja a su paso cuantiosos daños materiales y 78 heridos de diversa consideración.

Los vientos de más de 180 km/h y las lluvias torrenciales convierten a Jelawat uno de los tifones más peligrosos de la temporada. Avanza en dirección a Tokio a una velocidad de  unos 30 km/h donde se prevé que llegue entre mañana y el lunes hora local.


Teniendo en cuenta estos datos y mi inminente partida hacia Japón, me han aconsejado que esté pendiente a los posibles avisos en los distintos aeropuertos. La situación no es nueva así que espero que todo se desarrolle como está previsto y Jelawat no retrase mi llegada a Miyazaki.

 ¡Nos volvemos a leer a mi llegada a Japón. Hasta pronto!

jueves, 27 de septiembre de 2012

Sólo podía ser obra de los japoneses

Dentro de la ciudad de Miyazaki, a orillas del Océano Pacífico, se encuentra el mayor parque acuático cubierto del mundo: el llamado Ocean Dome. Inaugurado en 1993 forma parte de un complejo turístico de nombre Sheraton Seagaia Resort. Hoteles, restaurantes, centros comerciales, campos de golf, centros de spa, un acuario, un zoo y el mismo Ocean Dome se concentran en este espectacular resorte, una de las principales atracciones de la ciudad.



El parque acuático cuenta  con una reproducción de un volcán "en permanente erupción", arena artificial (que no se pega al cuerpo) y una espectacular cubierta retráctil que permite disfrutar del cielo azul incluso en días lluviosos. La temperatura ambiente se mantiene constante alrededor de los 30 grados centígrados y el agua ronda los 28 grados.



Abierto durante todo el año es  la mejor opción para todos aquellos que quieran escapar del bochornoso verano japonés o resguardarse de la estación de lluvias en un entorno paradisíaco.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Rumbo a Miyazaki

Cada vez queda menos tiempo para regresar a Japón. Después de mis dos estancias en la ciudad de Kioto esta vez, me traslado al sur, a la isla de Kyushû. Concretamente a Miyazaki, capital de la prefectura del mismo nombre. Una ciudad de unos 400.000 habitantes, bañada por el Océano Pacífico y con un clima subtropical. La temperatura media anual ronda los 18º y en los meses más fríos de invierno no suelen alcanzarse temperaturas negativas. Un hecho muy a tener en cuenta y es que se trata de un clima completamente diferente al de Kioto, donde los inviernos son realmente duros y durante los meses de verano el calor y la humedad se pegan al cuerpo.



La beca otorgada por el Monbushô (el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes japonés) me permitirá seguir perfeccionando mis conocimientos del idioma en la Universidad de Miyazaki. Un año intensivo de estudio con el objetivo de elaborar una pequeña tesis sobre la cultura del país asiático. 

Conocer esta parte de Japón será otro de los objetivos de este año. Miyazaki está relativamente cerca de ciudades con gran interés histórico como o Kagoshima Nagazaki y también de Fukuoka, centro económico del sur de Japón y la séptima ciudad más poblada del país. La cercanía con las islas Ryûkyû convertirán Okinawa en otro de los destinos obligados del viaje.


En definitiva, me marcho cargado de ilusión y con nuevos retos que alcanzar. Una nueva aventura en una nueva ciudad donde volver a sumergirme en mi gran pasión, que no es otra que Japón, sus gentes y su cultura.

lunes, 24 de septiembre de 2012

La universidad japonesa (2)


Durante el tercer año de universidad, los estudiantes empiezan lo que ellos denominan “búsqueda de trabajo” (就職活動). Aunque es cierto que la gran mayoría tiene empleos a tiempo parcial para ayudar a pagar el alquiler (es común mudarse a una nueva ciudad para realizar los estudios superiores), su tiempo de ocio y sus caprichos nunca será suficiente. La sociedad japonesa “exige” a los jóvenes con estudios universitarios un trabajo estable y bien remunerado. Un trabajo en el sector privado, generalmente en una empresa.

El método que emplean las empresas niponas para seleccionar a sus nuevos empleados difiere del que estamos acostumbrados aquí, en España. El currículum deja de ser un elemento indispensable, fundamental, y se convierte en un añadido. Son las entrevistas, directamente con las empresas, lo que realmente decidirá el futuro profesional de estos estudiantes aún no licenciados. Las compañías organizan jornadas informativas a las que asisten miles y miles de jóvenes japoneses (todos vestidos con traje y tallados con el mismo patrón).


Posteriormente se harán exámenes en línea para calificar las habilidades específicas de cada postulante y, si la empresa lo considera conveniente, se realizarán una o varias entrevistas con el seleccionado. Estas suelen ser en grupo, para valorar la capacidad de trabajo en equipo y las dotes de liderazgo e individuales donde se busca conocer las expectativas del candidato, sus gustos e intereses y, en definitiva, conocerlo de forma más personal.

Una vez superadas todas estas fases de selección la empresa estará en disposición de decidir quiénes serán sus nuevos empleados. Este proceso puede durar semanas, meses incluso años y es que, una vez licenciados, será mucho más complicado que estos jóvenes encuentren una empresa que les “acoja”.

sábado, 22 de septiembre de 2012

La universidad japonesa (1)

De mis días como estudiante de la Kyoto University of Foreign Studies tuve la oportunidad de conocer de primera mano cómo es la vida de un universitario japonés. La división de la jornada lectiva en períodos permite a los estudiantes confeccionarse un horario a su medida y, como consecuencia, la gran mayoría pasa varias horas muertas en las cafeterías del campus. Allí era donde, al terminar las clases de japonés, aprovechaba junto a otros compañeros para avanzar con la gran cantidad de tareas que se nos había encargado, ya fuera para el día siguiente o a semana vista.

Durante estos ratos, me di cuenta que, nosotros, estudiantes de intercambio éramos los únicos de todo el local que estábamos inmersos en tareas de índole diversa. ¿Por qué los estudiantes japoneses apenas dedican tiempo al estudio personal, a hacer deberes? ¿Qué es para ellos la enseñanza superior? ¿Cómo viven los años de universidad?


Todas estas cuestiones encontraron su respuesta después de hablar con algunos estudiantes: La universidad es tiempo de relax para nosotros; los profesores apenas nos exigen deberes y lo único que debemos preocuparnos es por la asistencia y por un par de exámenes finales; venimos a la universidad para aprender pero lo importante es estar con nuestros amigos, hablar de chicos y organizar fiestas; hemos estudiado demasiado en el pasado y ahora nos merecemos disfrutar un poco.


Son sólo algunas de las respuestas, la gran mayoría de la misma índole, que demuestran que, para muchos japoneses, llegar a la universidad es un “alivio”. El sistema educativo japonés tiene como objetivo formar a sus estudiantes desde pequeños y encaminarlos hacia los exámenes de ingreso a las mejores universidades. Una vez conseguido, los alumnos pueden relajarse. Aún, a día de hoy, el caché de la universidad será la premisa más valorada por las empresas a la hora de contratar. Las cualidades personales, el expediente académico, actitud, iniciativa… serán tomadas en consideración después de ver el nombre de la universidad del graduado.

En el siguiente artículo ahondaré un poco más la cuestión del sistema educativo japonés a partir de mis experiencias como estudiante de una universidad japonesa. ¡No te lo pierdas!

jueves, 20 de septiembre de 2012

El tejón japonés (3)

Señor –replicó Kadzutoyo, sin temer el brillante filo del acero-, Vos, al igual que mi vasallo, no lo comprendéis. Tengo el don de ver ciertos misterios y le aseguro que no soy culpable del terrible crimen que suponéis. He sido fiel al código del samurái.  La jovena la que he decapitado no era una criatura mortal. Id mañana con vuestros vasallos al escenario de este suceso. Si allí encontráis el cuerpo sin vida de una joven, no tendréis que quitarme la vida pues yo mismo lo haré.

Por la mañana temprano, cuando el sol apenas asomaba en el horizonte, el padre de Kadzutoyo y sus vasallo se pusieron en marcha. Cuando llegaron al lugar de la tragedia sólo encontraron el cuerpo sin cabeza de un enorme tejón. Cuando el padre regresó a la casa, le preguntó a su hijo: ¿Cómo puede ser que, donde tu vasallo veía una bella doncella, tu vieras un tejón?


Señor –respondió el joven Kadzutoyo-, la criatura que yo vi anoche también era una mucacha, pero su hermosura era demasiado extraña, no era la belleza de las mujeres terrenales. Además, aunque llovía mucho, me fijé en que sus ropas no se mojaban así que supuse que debía tratarse de algún ser maligno que había asumido forma de una bella joven para encantarnos con su embrujo y robarnos el pescado.
  
El anciano pare, que era príncipe de la región de Tosa, sintió una profunda admiración por la inteligencia de si hijo. Viendo que era un joven prudente y previsor, decidió abdicar para que Kadzutoyo ocupase su lugar.