Después de una semana larga explicando una de las etapas más importantes de la historia de Japón, hoy presento un nuevo cuento.
Según cuentan algunos relatos, todos aquellos que fallecen por causa de la nieve se convierten en espíritus de la misma. Es decir, que todos los que perecen de ese modo pasan a identificarse con Yuki-Onna, la dama de las Nieves. La siguiente historia es una adaptación de una leyenda recogida en el libro Ancient Tales an Folklore of Japan de Gordon Smith.
Kyuzaemon, un campesino pobre, había cerrado los postigos de su humilde cabaña y se había retirado a descansar. Poco después de medianoche le despertaron unos golpeteos en la puerta. Se levantó y preguntó: ¿Quién es? ¿Qué quiere?
El desconocido no respondió a esta pregunta sino que suplicó que le dieran comida y cobijo. El precavido Kyuzaemon se negó a permitir la entrada del visitante, tras cerciorarse de que puertas y ventanas estaban bien cerradas. Ya regresaba de nuevo a la cama, cuando vio ante él una mujer de largos cabellos cuyos ropajes blancos parecían flotar en el aire. ¿Dónde has dejado tus zapatos?, preguntó el campesino temeroso.
La mujer respondió que había sido ella la que golpeaba la puerta: ¡No necesito zapatos porque no tengo pies! Vuelo por encima de los árboles nevados. Me dirigía a una aldea cercana pero el viento era tan fuerte que necesitaba descansar un rato. El campesino confesó su temor hacia los espíritus, a lo que la mujer preguntó si su anfitrión tenía un butsudan (altar familiar). Al descubrir que poseía uno, le pidió al campesino que lo abriera y que encendiera una vela. Una vez hecho esto la mujer rezó ante las tablillas de los antepasados y recitó una oración por el asustado Kyuzaemon.
Historia sacada de Mitos y Leyendas de Japón de F. Hadland David
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