Desde que regresé a Miyazaki he
participado activamente en la organización del Festival
Internacional de Miyazaki. Un evento para dar a conocer las
diferentes culturas que conviven en la ciudad y así estrechar lazos
de amistad. El evento, se instaló en una de las arterias principales
de Miyazaki, Tachibana Dori y sus alrededores, donde, a modo
de tenderetes improvisados, las distintas comunidades daban a
conocer sus principales características al público que se acercaba.
Comida típica de cada país, vestidos tradicionales y actividades de
todo tipo hicieron las delicias de un público, incrédulo, a veces,
de convivir con tal diversidad cultural.
Además, a lo largo de toda la jornada,
fueron diversas las actividades que se llevaron a cabo en el
escenario principal del festival. Bailes tradicionales, exhibición
de danza del vientre y capoeira, discursos
en inglés (por parte de alumnos japoneses de primaria) y también en
japonés (en el que participé con otros alumnos de intercambio de la
Universidad de Miyazaki) y, finalmente,un desfile de moda (donde
también estuve presente).
Los
diferentes participantes en el desfile, vestidos con la ropa
tradicional de cada país, nos paseamos por la alfombra roja como si
de verdaderos modelos se tratase. Una vez en el escenario, turno para
la entrevista. Los presentadores del evento nos preguntaron sobre la
vida en Miyazaki,
desde el punto de vista de un extranjero, y también sobre el
significado de nuestro atuendo.
Todo
salió a la perfección y el público quedó encantado con el
resultado final. No queda más que agradecer a los miembros de la
organización del festival por haberme dado la oportunidad de
trabajar codo con codo con todos ellos y haber disfrutado de esta
magnífica experiencia. お疲れ様でした!