viernes, 19 de julio de 2013

Primer día de playa

Casi diez meses han tenido que pasar para que hoy, por fin, haya decidido ir en busca de la playa de Miyazaki. Cabe decir que mi residencia, situada en el campus de la universidad, se encuentra alejada del centro de la ciudad y, al mismo tiempo, relativamente lejos de la costa dificultando, sobremanera, poder llegar a cualquier sitio con el único vehículo de transporte de que dispongo, la bicicleta.

Hoy al despertar, decidí que había llegado el momento. El sol resplandecía en lo alto de un cielo azul exent de nubes y, a diferencia de días anteriores, el calor sofocante podía resistirse. Conocer o no el camino hacia la playa de Aoshima (青島) era lo de menos y es que después de ver el mar día sí, día también desde las aulas de la Facultad de Educación de la Universidad de Miyazaki si una cosa tenía clara era la dirección que debía seguir.


Después de más de 40 minutos de verdes paisajes tropicales y de alguna que otra dirección equivocada llegué al Parque Natural de Aoshima. La playa de arena fina, el vaivén de las olas y una refrescante brisa marina me daban la bienvenida a un rincón de Miyazaki del que me arrepiento no haber disfrutado hasta el día de hoy.


A pesar del espléndido día, a excepción de algún que otro surfista, muy pocos han sido los que se han acercado a la playa. Y es que si por alguna cosa es conocida la costa de Miyazaki es por las características de su oleaje, apto para practicar cualquier deporte de agua y un gran aliciente para miles y miles de japoneses que disfrutan de estas disciplinas deportivas.



Falta poco para que termine mi aventura en Miyazaki. Un año complicado en muchos aspectos pero también lleno de experiencias inolvidables que, de bien seguro, tendrán un lugar en mi equipaje de regreso.

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