miércoles, 27 de febrero de 2013

Las aventuras de la medusa y el mono (2)


De este modo la crédula medusa cambio de rumbo, dio la vuelta y nadó hacia la isla. En cuanto alcanzaron la orilla el mono saltó a tierra firme, se subió a un árbol y comenzó a saltar de rama en rama.

“¿Hígado? –dijo el macaco estallando de risa- ¿Has dicho hígado? ¡Estúpida medusa, jamás tendrás el mío!”

La medusa, engañada y avergonzada, llegó al palacio y narró a Rin-Jin su desdichada aventura. El rey del Mar, encolerizado, ordenó golpear a la infeliz criatura hasta convertirla en gelatina. “¡Golpeadla hasta que no le quede ni un hueso intacto!”, -gritaba enfurecido Rin-Jin-.

Así fue cómo la medusa perdió su rígido caparazón y desde aquel día todas las medusas que nacieron y nacerán en el mar están condenadas a tener un cuerpo de gelatina.



Relacionado con esta historia, decir que la figura del mono tiene cierto protagonismo dentro de la mitología japonesa. En la ciudad de Nikko, al norte de Tokio, se alza el Mausoleo Toshogu (1634-1636) dedicado a Tokugawa Ieyasu (fundador del shogunato o gobierno militar Tokugawa que dio inicio al Período Edo entre 1600 y 1868). En este templo encontramos la talla de madera más antigua donde está representada la figura de los Tres Monos Místicos. Mizaru (見ざる), quien se tapa los ojos con las manos; Kikazaru (聞かざる), con las manos cubriendo las orejas e Iwazaru (言わざる), el cual se tapa la boca con las manos. Estos tres monos simbolizan respectivamente quien no ve la maldad, quien no escucha la maldad y quien no pronuncia palabras hirientes.Un ejemplo más de la importancia del reino animal dentro de los mitos fundacionales del pueblo japonés.

viernes, 15 de febrero de 2013

Las aventuras de la medusa y el mono (1)


Hoy seguimos con la historia protagonizada por Rin-Jin, Rey del Mar, y la medusa en busca de un remedio para salvar a la vida de la reina.

La medusa, feliz por poder contribuir a la salud y la felicidad de la reina, se puso en marcha y pronto llegó nadando a una isla. En cuanto comenzó a andar por la arena, se fijó en un mono que jugaba a saltar por las ramas de un pino.

“¡Hola!” –dijo la medusa-, esta isla parece muy poca cosa. ¡Qué vida tan aburrida debes llevar aquí! Yo vivo en el reino del Mar, nuestro rey Rin-Jin vive en un palacio enorme y hermoso, Quizás quieras conocer un país diferente donde siempre hay fruta en los árboles y donde siempre luce el sol. Si quieres, puedes subirte a mi espalda y te llevaré encantada hasta el reino del Mar”.

“Aceptaré tu invitación encantado”, dijo el mono bajándose del árbol y acomodándose en el duro caparazón de la medusa.



“Por cierto –dijo la medusa cuando estaban ya a mitad de camino del palacio del Rey del Mar-, espero que hayas traído tu hígado contigo”.

“Esta es una pregunta bastante personal, ¿No crees? –dijo el mono-. ¿Por qué me lo preguntas?”

“Nuestra reina está muy enferma –dijo la incauta medusa, y sólo el hígado de un mono puede curarla. Cuando lleguemos, el médico usará tu hígado para elaborar una medicina y la reina recuperará la salud”.

“¡Vaya! ¡Ojalá me hubieras contado esto antes de salir de la isla!”, contestó de forma airada el mono.

“Si lo hubiera hecho, no habrías aceptado mi invitación”, replicó la medusa.

“Créeme si te digo que te equivocas, estimada medusa. Tengo varios hígados colgando de un pino y te hubiera entregado uno para tu reina sin dudarlo. Si me llevas de vuelta a la isla, te lo daré. La verdad es que es una pena que me haya olvidado de traer un hígado”.

¿Qué decisión tomará la medusa? ¿Se dejará convencer por el mono? El desenlace de esta aventura en el próximo artículo. ¡Seguid atentos!

miércoles, 13 de febrero de 2013

De vuelta a España


Hola a todos desde España. Aprovechando las vacaciones inter semestrales en Japón (meses de febrero y marzo) decidí volver a España para ver a la familia, amigos y recargar pilas a nivel personal. Durante las últimas semanas, las clases en la Universidad de Miyazaki me mantuvieron muy ocupado con los exámenes finales, y la preparación de varios trabajos y exposiciones así que tuve que dejar a un lado la redacción del blog para cumplir mis obligaciones como estudiante. No obstante, durante el tiempo que me encuentre en España prometo dedicarle más tiempo.




En el capítulo de hoy os presento una nueva leyenda. 

La medusa y el mono

Rin-Jin, el Rey del Mar, se casó con la joven y hermosa princesa dragón. Apenas llevaban casados unos meses cuando la reina cayó enferma. Numerosos fueron los consejos y remedios de los médicos pero la salud de la reina seguía empeorando.

“¡Oh!- Se lamentaba la reina- ¡Sólo existe un remedio para curar mi enfermedad!”

“¿Cual es?”preguntó Rin-Jin.”

“El hígado de un mono, en cuanto lo haya comido recobraré la salud. Por favor, te lo ruego, tráeme el hígado de un mono pues sé que no existe remedio alguno para mi enfermedad”.

Así que Rin-Jin hizo venir a la medusa y le dijo: “Quiero que nades hasta la costa y regreses trayéndome un mono vivo sobre tus espaldas pues necesito utilizar su hígado ya que este es el único remedio para curar la enfermedad de la reina. Tú eres la única criatura que puede realizar esta tarea pues sólo tú tienes patas para caminar por la arena. Para convencer al mono de que te acompañe le hablarás de las maravillas que se esconden en el fondo del mar y de la exuberante belleza de mi palacio con su suelo de perlas y sus paredes de coral”.

¿Qué aventuras le esperan a la medusa? ¿Encontrará al mono que permita salvar la vida de la Reina del Mar? Lo descubriremos en el siguiente artículo. ¡No os lo perdáis! 

Historia sacada de Mitos y Leyendas de Japón. F. Hadland Davis. Satori Ediciones. 2008.