miércoles, 22 de julio de 2009

Un nuevo tipo de trabajador japonés

Una de las características de la sociedad japonesa es su sistema laboral. Al nombrar Japón, a muchos de nosotros se nos viene a la mente el típico empresario con maletín que dedica a su empleo horas y horas sin vacilar. Un sistema empresarial basado en grandes corporaciones y con una ética de trabajo marcada por la jerarquía y la verticalidad en los mandos. Todo esto es lo que se percibe des de fuera y si bien es cierto que fue la tónica durante las décadas de prosperidad después de la Segunda Guerra mundial (de los 60 a los 80) en la actualidad las cosas están cambiando. Los jóvenes ya no están interesados en seguir el modelo de empresa que vivieron sus padres y lo que buscan muchos de ellos son trabajos eventuales, que les permitan subsistir sin a cambio tener que hipotecar su vida profesional.

De esta mentalidad nacieron los denominados furîta o freeters en inglés. Los términos surgen de una combinación entre la palabra inglesa free (libre) i la alemana arbeiter (trabajador) y se aplica a aquellos jóvenes de entre 15 y 35 años que, por las circunstancias que sea, solo acceden a trabajos temporales. Se dice de ellos, de forma peyorativa, que no tienen una posición definida dentro del mundo laboral, que no son buenos para nada (furyô) o, incluso, que solo les importan la fiesta y salir a divertirse (asobinin). Los furîta, no son más que el resultado de una generación que pretende cortar con los valores clásicos de aquellos que vivieron la guerra y la postguerra. Subidos al tren de la revolución tecnológica e informativa, desde pequeños han crecido ligados a la cultura de los medios de comunicación de masas, los ordenadores, teléfonos móviles e internet. Han visto el cambio de una economía basada en la producción a otra basada en el consumo, y han presenciado el paso hacia una nueva sociedad postmoderna. Se trata de una generación de jóvenes que ha vivido su proceso de socialización sin reminiscencias de los valores culturales de la época imperial. Unas características propias que les han llevado a marcar una fuerte distancia en relación a una ética del trabajo consolidada por las generaciones pasadas. No les interesa la forma en la que está estructurado el mercado laboral japonés: trabajo para toda la vida, sistema de promoción basado en la antigüedad, elevado número de horas de trabajo y horas extras etc. En general son pesimistas. Muchos buscan pequeños trabajos que les reporten los suficientes ingresos como para poder irse del país y buscarse la vida en otro sitio. No les importa gastar años de su vida saltando de trabajo temporal en trabajo temporal si con eso consiguen hacer realidad alguno de sus sueños.
En este enlace encontrareis un invento ideado para esta clase de trabajadores. El GPS de los furîta

1 comentario:

  1. Ei buen blog Pau, nadie ve una relacion entre los
    freeters y las generciones jovenes de aqui españa...

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