lunes, 20 de septiembre de 2010

Desde Kyoto

Después de varias jornadas en Japón haciendo papeleo y comprando varias cosas imprescindibles para hacer una vida digna en este país (móvil y portátil así como haciendo la cuenta del banco y el registro civil para extranjeros) creo que estoy dispuesto a volver a escribir en este espacio. Perdonad la tardanza.

Kyoto es una ciudad increíble. Llevo más de 15 días descubriendo sus calles y aún me cuesta orientarme debido a sus dimensiones. Un país que no deja indiferente a nadie y que permite disfrutar de su gente, su cultura y su gastronomía en cualquiera de sus pueblos y ciudades. Dejando a un lado sus impresionantes atractivos turísticos en forma de templos, castillos y jardines (Kinkakuji, Ginkakuji, Kyomizudera, Ryôan-ji, el castillo Nijôjo o el barrio de Gion entre muchísimos otros), la ciudad de Kyoto cuenta con un sinfín de zonas de ocio, donde los jóvenes entran y salen de los karaoke mientras hacen una pequeña parada en la multitud de restaurantes que abarrotan las calles de la ciudad imperial.


La vida en Kyoto es completamente diferente a la de Tokyo, donde la gente parece vivir estresada por su trabajo cogiendo trenes a todas horas. Poder ir en bicicleta a cualquier parte de la ciudad no tiene precio.

A partir de ahora intentaré ir escribiendo asiduamente si las clases y su volumen de trabajo me lo permiten. Nada más por mi parte, saludos y hasta la próxima!

1 comentario:

  1. Pues chico, para mi Kyoto es la más fácil para orientarse. Muchas de las calles tienen nombre, son muy cuadriculaditas y hay río para hacer la orientación más sencilla aún...

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