sábado, 11 de junio de 2011

Dainichi: las aventuras de Francisco Javier en Japón

Dainichi, novela escrita por Ramón Vilaró, es un relato de las aventuras de los primeros misioneros jesuitas en Japón. Al frente de la expedición, Javier de Jazo y de Azpilicueta – San Francisco Javier – miembro de la Compañía de Jesús fundada por Ignacio de Loyola.

En 1549 y después de varios años de misiones por Goa, Malaca y lo que hoy conocemos como el Sureste Asiático, el padre Javier juntamente con un reducido número de misioneros inician la epopeya más grande de sus vidas: viajar a la lejana Cipango de Marco Polo para predicar la fe en Dios y evangelizar la gente de esa tierra.

Entre los tripulantes jesuitas se encontraban el padre Cosme de Torres, Juan Fernández, el novicio Ferreira y Yajiro, un japonés que les había explicado maravillas de su país. Una vez se aferró a la fe cristiana adoptando el nombre de Pablo de Santa Fe, Yajiro se unió a la comitiva.



Después de días navegando por los mares de la China con un temporal horrible, la expedición llegó a las costas de Kagoshima (al sur de la isla de Kyushu, dentro de la provincia de Satsuma) con un herido grave, el novicio Ferreira.

De este modo da comienzo la novela. Un texto que sin dejar a un lado el tono narrativo e histórico se abre al campo de la antropología para mostrarnos, a través de la historia de los propios jesuitas, toda una visión panorámica de la sociedad japonesa del siglo XVI. Costumbres, rasgos culturales, festividades, particularidades del Sintoísmo y el Budismo (las dos religiones que convivían hasta entonces en el país nipón), estructura jerárquica de la población y un largo etc de características político sociales del Japón feudal dentro del contexto de las guerras samuráis.



La novela queda enmarcada dentro del periodo Muromachi (1333-1568), con el shogunato (gobierno militar) centralizando el poder de los señores feudales.

Personalmente recomiendo la lectura de esta novela a todos aquellos que quieran hacer una incursión en la historia de Japón y también, a los aficionados a las novelas de aventuras. Con un texto ameno y fácil de comprender el lector será capaz de hacerse una pequeña imagen mental de las vicisitudes del Japón feudal, así como del comportamiento y la forma de pensar de los japoneses de la época.

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