viernes, 25 de mayo de 2012

¡De viaje!

El artículo de hoy lo dedicaré a explicar y a comentar un poco el viaje que nos organizó la 京都外国語大学 (Universidad de Lenguas Extranjeras de Kioto) a los 留学生 (estudiantes de intercambio). Un pequeño receso para relajarnos y escapar, un poco, de la rutina que supone el estudio diario e intensivo del japonés.

En este caso el itinerario nos conduciría al noreste de la antigua capital imperial. A unas cinco horas en autobús y alejada del bullicio de las grandes metrópolis japonesas (Tokio, Osaka, Nagoya) se encuentra la pequeña aldea de Shirakawago (白川郷). En plenos alpes japoneses, en la prefectura de Gifu, este pequeño oasis de paz y tranquilidad invita al viajante a pasear tranquilamente por sus calles, contemplar su peculiar arquitectura y gozar de un paisaje natural difícil de plasmar en las más bellas estampas. Shirakawago es Patrimonio de la Humanidad desde 1995 cuando la UNESCO decidió proteger y preservar su privilegiado entorno natural y su arquitectura.

Las casas de Shirakawago son conocidas como Gassho-Zukuri. Dieciocho metros de ancho, diez de alto y un tejado terminado en punta para soportar el peso de las fuertes nevadas son las principales características de estas construcciones. La forma triangular de los tejados de las Gassho-Zakuri, tiene, además, un significado religioso: dos manos que rezan a los dioses de las montañas y/o a Buda (según la religión practicante). Las Gassho-Zukuri son reparadas cada 40 años con la ayuda de todo el pueblo.

Una vez inmortalizado el bello paisaje de Shirakawago en nuestras cámaras particulares nos pusimos otra vez en marcha. Perdido en los montes de Takayama (高山) y sin nada más que naturaleza a su alrededor contemplamos el fantástico ryokan (旅館) donde nos hospedaríamos esa noche. Un hotel tradicional japonés con todo tipo de lujos: habitaciones con tatami, futones y vistas privilegiadas y con un onsen exterior (baños termales), también llamado rotenburo, (露天風呂) en el que pudimos relajarnos después de tantas horas de viaje. Por si fuera poco, la universidad y el mismo ryokan nos ofrecieron una cena de gala con marcado estilo japonés. Vestidos con los tradicionales yukata (kimono ligero) pudimos disfrutar de la cocina tradicional del país asiático.

Al día siguiente, sin haber dormido apenas un par de horas, pusimos rumbo a HidaTakayama (飛騨高山) antiguo feudo del shogunato Tokugawa durante la época Edo (1603-1868) y lugar de reposo de uno de los más importantes señores feudales afines al gobierno militar.

Con esta última visita terminó este pequeño pero intenso viaje. Os dejo con un video realizado con las fotos tomadas durante estos dos días. ¡Saludos y hasta la próxima!


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