domingo, 22 de agosto de 2010

Japón, cuna de las artes marciales

Los países del Asia Oriental como Japón son conocidos por la gran variedad de artes marciales que practican. El sumo es un deporte originario del país nipón, quizás el más conocido, pero existen gran cantidad de prácticas que llegaron de China con el budismo. Los conceptos necesarios para llevar a cabo cada una de estas disciplinas los desarrollaron los monjes al crear técnicas para defenderse de los bandidos a lo largo de sus viajes.

Las artes de lucha más antiguas son el kenjutsu (basado en el arte de la esgrima de los samuráis), el jûjutsu (se combate sin usar armas de la época medieval –Edo-) y el kyûjutsu (arquería del período Kamakura ). En cada una de estas artes marciales aparece el sufijo –jutsu, que traducido a nuestra lengua vendría a ser algo como “habilidad”. Más tarde, durante el Período Meiji, la “habilidad” sería sustituida por el “camino” o el –do.

Las artes marciales siempre incluyeron en su definición tanto la disciplina espiritual como el entrenamiento corporal, aunque el énfasis se inclinó hacia la primera durante el siglo XIX. El kendo (camino de la espada) fue incluido en el plan de estudios nacionales durante el siglo XIX y parece que aún se practica en escuelas y universidades. Lo mismo puede decirse del kyûdo (arquería), cuyos principios espirituales provienen de la rama budista zen. Todas estas disciplinas se enseñan en las escuelas dojo. La mayoría utilizan el sistema de grados dan, en el que se mide la pericia del primer al sexto dan, que corresponde a los cinturones de color que se llevan puestos; el negro suele simbolizar el nivel más alto.



Por su parte, encontramos el deporte o arte marcial más conocido fuera de Japón, el judo. Se trata de una síntesis de jûjutsu, formación espiritual y otras artes de lucha más antiguas que incluyen llaves y derribos. Fue creado a principios del siglo XIX y en la década de los 1930 se convirtió en deporte nacional aunque poco después, con la ocupación americana, fue prohibido como todas las demás disciplinas. En 1964 y coincidiendo con la celebración de las Olimpíadas en Japón, el judo sería incluido como especialidad olímpica.

El kárate (manos desnudas), considerado un pariente cercano del kung-fu, es de origen chino. Fue muy practicado en Okinawa tras su introducción en el siglo XIV, aunque no llegaría al Japón central hasta principios del siglo XX. Similar a otras muchas artes marciales en cuanto a su demanda de dedicación y concentración espiritual utiliza diversos golpes con manos, puños y pies y difiere de las demás disciplinas por un declarado énfasis en el ataque.

Finalmente, el aikido. Creado en la década de 1920 y basado en artes antiguas de autodefensa es la más espiritual de todas las artes marciales. La clave de esta práctica se encuentra en derribar al oponente utilizando su propio impulso. El aikido, que toma prestados algunos movimientos de la danza clásica japonesa, incluye también la meditación zen a fin de facilitar el flujo de chi, la fuerza vital, a través del cuerpo del practicante.

La gran mayoría de estas artes marciales se pueden practicar ya en nuestro país. Muchos gimnasios ofrecen la posibilidad de iniciarse en jûjutsu, kyûdo, judo, kárate o aikido, sólo hace falta buscar un poco y averiguar cuál es el sitio que más os convenga.

1 comentario:

  1. El aikido nos suena muy familiar, porque su introducción en Europa ha sido muy amplia. Pero bebe muy directamente de otro arte marcial japonés, el Daito Ryu, que es mucho más antiguo, secreto durante muchos años (reservado a ciertos miembros de ciertos clanes de samurais) y hecho público por Sakeda Sokaku a finales del XIX y principios del XX (fue maestro de Ueshiba Morihei, "inventor" del aikido).

    Por otro lado, los colores de los cinturones no están referenciados con los dan, sino con los kyu (que van del 10 al 1 de menor a mayor conocimiento). Una vez alcanzado el cinturon negro pelao (shodan), se van añadiendo danes...

    ¡¡Un saludo desde Kansai!!

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