Casi dos meses después de la catástrofe, Tepco, compañía que gestiona la planta nuclear japonesa, ha empezado a hacer controles periódicos y revisiones médicas a 800 de los técnicos destinados a trabajar en el complejo. Las revisiones empezaron el pasado 25 de abril, cuando el Ministerio de Salud japonés dio la orden a la compañía eléctrica de examinar de forma inmediata a los operarios que llevan más de un mes trabajando en la planta.
De estos 800 trabajadores, 500 pertenecen a Tepco y otros 300 son miembros de empresas afiliadas u otras compañías. De todos ellos, 30 han sido expuestos a niveles de radiación acumulada que sobrepasan los límites establecidos por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Por el momento, sólo tres de estos operarios han sido sometidos a revisiones.
En un artículo publicado en este blog hace unos días, Japón en sus manos comenté las pésimas condiciones en las que trabajaban los técnicos de la central nuclear. En ese aspecto, Tepco comunicó esta semana que se actuará en consecuencia para mejorar la seguridad de los 1.000 operarios que estos días siguen trabajando en el complejo. Mejoras previstas para principios de mayo que incluyen comidas de mejor calidad y la construcción de instalaciones más aptas para albergar a los técnicos.
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