sábado, 10 de septiembre de 2011

Japón y los mares del sur (3)

El primer ministro Ito Hirobumi dio su apoyo a la empresa naval. Temía una posible intervención occidental si las tropas japonesas ocupaban Pekín. Se acordó mantener el ejército en el norte mientras que la marina, con el apoyo de la infantería, conquistaría la Península de Shandong y las Islas Pescadores, antes de un inminent desembarco en Taiwán.

El éxito en la guerra sino-japonesa (1894-1895) y la posterior ocupación de Taiwán dieron alas a políticos, emprendedores, intelectuales y a los líderes militares para incluir los mares del sur de la China dentro de las fronteras del imperio japonés. Una zona geográfica destinada a ser explotada económicamente.



A su vez, bajo las órdenes directas de Yamamoto Gombei, ministro naval, se publicaron varios trabajos que daban apoyo a la conquista de los mares del sur: Japón no tenía intención de mantener y explotar territorios continentales. Sus objetivos y esfuerzos estaban dirigidos a expandirse hacia el sur.

La Primera Guerra Mundial marcó de forma indirecta las pautas que debía seguir Japón en materia expansionista. El ministro de exteriores Kato Takeaki y el primer ministro de la época, Okuma Shigenobu, supieron ver las ventajas que supondría la guerra para sus intereses en China y, a su vez, la marina sería capaz de trazar su propio mapa de ruta hacia los territorios del Pacífico.

El éxito comercial en los territorios del sur, así como el ataque a regiones dominadas por los alemanes no hicieron más que potenciar la idea de la expansión hacia los mares del sur. El miedo de un posible ataque por parte de la armada americana fue uno de los factores más importantes para seguir con los planes expansionistas. Muchos intelectuales pensaban que los americanos podrían atacar los territorios japoneses previo paso a la conquista del archipiélago nipón.

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