lunes, 20 de febrero de 2012

La religión ancestral de Japón (1)


En uno de mis primeros artículos hice referencia a la diversidad de religiones que conviven en Japón. El Budismo, proveniente del continente (China) fue incorporado como religión de estado a finales del siglo VI ocupando parte del monopolio espiritual que hasta entonces estaba en manos de la religión autóctona. Siglos más tarde, los jesuitas portugueses y españoles introducirían los preceptos de la fe cristiana en el Japón feudal de los Tokugawa.

Pero, ¿Qué se conoce de la religión primigenia de Japón? ¿Cuáles son sus características? ¿A qué o a quién rinden culto los japoneses?

En los siguientes artículos conoceremos un poco más sobre las creencias ancestrales del pueblo japonés: el Sintoísmo.

Ser sintoísta es sinónimo de ser japonés, ya que casi todos ellos pasan por un ritual sintoísta en algún momento de su vida: los recién nacidos son presentados en el santuario y la mayoría de las ceremonias matrimoniales son también sintoístas.

El sintoísmo, o camino de los dioses, tuvo su origen entre las tribus prehistóricas y en una religión animista que veneraba a los kami, dioses que habitaban todas las cosas bajo el sol, incluido éste. De entre los miles de santuarios destinados al culto sintoísta, sin duda, el más sagrado es el Ise-jingu, situado en la ciudad de Ise (centro de la prefectura de Mie). Un templo dedicado a la principal deidad del panteón sintoísta nipón, Amaterasu o la diosa del Sol.

Ya sea para inaugurar edificios, comercios, fábricas o en el propio santuario, las ceremonias sintoístas sugieren una extremada antigüedad. El sacerdote, al agitar ramas de árboles con hojas hacia los puntos cardinales para mantener alejados a los malos espíritus, es asistido por las miko (doncellas del santuario), cuyos estilizados giros evocan los de un chamán en trance.

En el próximo post hablaremos de santuarios y templos sintoístas.

2 comentarios:

  1. Pau, últimamente haces unos posts súper interesantes. Gracias!!

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  2. Gracias Anónimo. Es de agradecer saber que a la gente le interesa lo que voy publicando. ¡Saludos!

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