Si hiciéramos una encuesta preguntando ¿Qué es lo más conocido de Japón? O ¿Qué te viene a la mente al oír la palabra Japón? Seguramente gran parte de las respuestas irían enfocadas a la gastronomía y más concretamente al sushi (pescado crudo). Este plato es, sin duda, el más conocido del país asiático. En Japón, se puede encontrar sushi de casi cualquier pescado y es que para los nipones su alimentación siempre estuvo ligada al mar. No voy a alargarme contando las características de este plato, ya que en el artículo de hoy me gustaría hablar un poco de la problemática que siempre ha rodeado este plato a raíz de una noticia aparecida en el Público del pasado 5 de marzo.
Japón es conocido como una de las mayores potencias pesqueras del mundo y su obsesión por la caza de ballenas (ilegal hoy en día) ha ocupado un espacio importante en los medios de comunicación globales. Pues bien, hace unos días el país nipón volvía a ser noticia al anunciar que no cumplirá con la prohibición de caza del atún rojo, uno de los ingredientes más preciados para los amantes del sushi. La prohibición, respaldada por los Estados Unidos, fue planteada como medida para salvar el atún rojo de la extinción y se votará en la próxima reunión de los 174 países miembros del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, que tendrá lugar en Doha (Qatar), entre el 13 y el 25 de marzo. La propuesta contará seguramente con el apoyo de países como el Reino Unido, Francia o Alemania, incluso de la Comisión Europea, aunque no se espera que la UE adopte una postura única en la cumbre de Doha. Por otro lado, países como España (donde casi 3.000 personas viven del mar), Grecia, Malta o también la China podrían rechazar el veto al comercio internacional de esta especie.
Aunque Japón actualmente compra el 80% de las más de 7.000 toneladas de atún rojo que pescan los barcos europeos en el Mediterráneo y el Atlántico, el pasado noviembre, el Ejecutivo japonés propuso un recorte del 40% de las capturas en todo el mundo, para garantizar la sostenibilidad de la especie. Sin embargo, las organizaciones ecologistas no se han conformado con esta medida y siguen exigiendo el cese del comercio internacional.
Una problemática que de bien seguro seguirá a la orden del día y es que Japón no cederá a perder uno de sus mayores tesoros gastronómicos: el sushi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario