martes, 6 de septiembre de 2011

Hablemos de gatos

A lo largo de mis artículos sobre mitología japonesa he querido plasmar la devoción que los habitantes del archipiélago muestran hacia todo ser vivo. Un vínculo surgido de las creencias en el Sintoísmo, su religión autóctona. Así, fauna y flora son elementos principales en multitud de historias, leyendas y mitos. En el espacio de hoy hablaremos un poco sobre el gato.

El gato en Japón no goza de muchas simpatías pues este animal y la serpiente fueron las dos únicas criaturas que no lloraron la muerte del Buda. Los gatos se consideran criaturas malditas y, a menudo, se les deja a su libre albedrío. Son animales que se relacionan con el mundo sobrenatural y, como el tejón y el zorro, pueden embrujar a las personas.

No obstante el gato cuenta con el favor de los marineros y entre todos los mininos el más apreciado es el mike-neko, el gato de tres colores. Los marineros, en cualquier lugar del mundo, suelen ser gente supersticiosa, los marineros de Japón no son una excepción y hacen todo lo posible por tener en su barco un gato pues creen que este animal ahuyenta a los espíritus de las profundidades. Los marinos creen que los espíritus de los ahogados nunca encuentran reposo y que siempre están al acecho entre las olas, gritando y aullando a los barcos.

Para la gente del mar, la blanca espuma de las olas que rompen contra la costa son las pálidas manos de innumerables espíritus y creen que el océano está poblado de O-bake, fantasmas honorables. Se dice que el gato ejerce control sobre los muertos.

Historia sacada de Mitos y Leyendas de Japon. F. Hadland Davis. Satori Ediciones. 2008.

2 comentarios:

  1. También será por que tienen la manía de afilarse las uñas en los tatamis. Un desastre en una casa hecha de madera, paja y papel.

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  2. La verdad es que durante mi estancia en Japón apenas vi gatos, tampoco en la calle. No se como se comportan de mascotas dentro de una casa hecha de tatami.

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